Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad
En el casco urbano de Azuara, con su trazado irregular de origen medieval y dentro de la antigua muralla musulmana, destaca imponente la poderosa fábrica de su iglesia parroquial. Se trata de la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, ejemplo muy representativo de la tipología de iglesias fortaleza mudéjares.
Tal y como la vemos en la actualidad, la iglesia es fruto de dos etapas constructivas muy marcadas: una primera fábrica gótico-mudejar que sabemos que se encontraba en obras en 1372 a cargo del maestro moro Farach Albalencí, y una ampliación barroca a finales del siglo XVII que cambió la orientación de todo el templo.
Desde fuera se puede apreciar cómo la iglesia se halla totalmente edificada en ladrillo y responde perfectamente a la tipología de iglesia-fortaleza mudéjar aragonesa. Cuenta con una sola nave con el ábside recto que ha perdido su triple capilla que se describe en una visita pastoral de 1550. En el exterior, los arbotantes están sustituidos por poderosos contrafuertes de ladrillo, aún visibles, entre los que se sitúan las capillas.
El exterior es muy sobrio, y las escasas decoraciones que aparecen son en la zona alta, en la tribuna, que se abre al exterior con varias series de arcos apuntados en cada tramo y arcos apuntados en cada tramo en las galerías exteriores, que cumplían con un propósito defensivo, y cornisas de ladrillo que dan algo de volumen a los muros.
La cruces flordelisadas y recruzadas constituyen un elemento ornamental singular del templo, localizadas en el exterior de la fábrica a la altura de las bóvedas, en los laterales. Se trata de un motivo poco común en la arquitectura mudéjar aragonesa.
La ampliación barroca del templo transformó la construcción primitiva en una iglesia de cruz latina. Cambió su orientación ya que se añadió un crucero a los pies, y se convirtió el ábside mudéjar en un coro a los pies.
En el interior, a pesar de la transformación barroca, persisten algunos rasgos de la construcción mudéjar, como el sistema de abovedamiento original de la nave, por encima del entablamento barroco, con bóvedas de crucería sencilla de nervios diagonales separadas por estrechos tramos en cañón apuntado que apean en las torres contrafuertes laterales.
La reforma barroca se aprecia en el interior, muy especialmente en la decoración en yeso tallado en capiteles, pechinas o guarniciones de las ventanas, con una decoración a la moda ornamental de la última década del siglo XVII.
Localización
Dirección: Plaza de la Iglesia. Azuara (Zaragoza).
Horarios: Abierto en horario de culto.
Espacio protegido: Bien de interés cultural.
